Vivir la Vida
  
Vivir la vida
Diálogos.

- ¡Buen día Pedro! ¿Cómo estas?

- ¡Hola Miguel! Llevándola, con los dolores musculares de todos los días y con muchas nubes en mi mente tratando de resolver algunas cuestiones personales que no comprendo.
...
- ¿Desde que te hicieron la “quimio” estas así?

- ¿Las cuestiones personales?

- No, tu estado físico.

- Después de que salí de eso vinieron los efectos secundarios con los que tengo que lidiar todos los días, a veces me deprimo, a veces tengo mucha sed a veces me duele todo el cuerpo, en fin, pero no hablemos de eso, tengo una inquietud que quiero compartir contigo, he leído aquí y allá que hay que vivir la vida y entonces me surgió la pregunta ¿Qué es vivir la vida? ¿Tú lo sabes? Quisiera saberlo para estar claro que no estoy muriendo mi vida o viviendo mi muerte.

- ¡Ja, ja, ja! Interesantes tus últimas observaciones pero absurda tu pregunta. Tú me preguntas a mi qué es vivir la vida cuando eres un sobreviviente de cáncer. Yo supondría que tienes un concepto mas claro que el mío al respecto ¿no?

- ¿Tú crees?

- Vamos ¿porqué no te rendiste al cáncer y partiste?

- Miedo a morir, tal vez, miedo a no volver a ver a mi gente, miedo a lo desconocido. En ocasiones, antes del tratamiento, tenía sueños de desesperanza que me hacían reflexionar acerca de lo que estaba perdiendo, como por ejemplo aquel donde caía de un gran barco al agua y me iba hacía las profundidades, cuando por fin reaccionaba, comenzaba a nadar hacía la superficie pero llegaba un momento, a la mitad de mi ascenso, en que comprendía que no iba a lograrlo y moriría ahogado. Desde donde estaba podía ver los rostros de mis familiares asomándose por la borda con los brazos extendidos,mientras sentía como me iba quedando sin fuerzas y quería gritarles y decirles cuanto los amaba y me desesperaba que la oportunidad se me estaba yendo poco a poco, quería hablar con ellos aunque fuese la última vez. En ese sueño comprendí la tremenda impotencia y frustración que sufren los que saben que están a punto de morir y no tienen a las personas que aman al lado o simplemente ya no pueden hablar aún estando ellos allí. Yo creo que me aferré a la vida por eso, para poder decir genuinamente lo de adentro a los que están afuera.

- Además de ese afán de expresar lo que te faltaba expresar hay algo más que te guste en demasía durante tu día a día.

- Si, abrir los ojos en la mañana y aspirar la primera bocanada de aire para desperezarme, el olor del café o el sonido del agua hirviendo en la cocina. Ir al campo y tratar de comerme todo ese aroma tan verde, tan de tierra, tan amplio con mi olfato. En las tardes, cuando estoy en casa, el ladrido de los perros a la distancia me evocan mi infancia por alguna razón que aún no comprendo. Cuando me baño, sentir como rompe el agua en mi piel y escurre a través de ella. Observar el rostro de mi gente platicando sus aventuras y riendo con ellas, en fin, creo que es una lista larga.

- Eso para mi es vivir la vida, tú la vives y pienso que aún más intensamente después de lo que viviste, que, curiosamente, es también parte de vivir la vida. Ese decir de tus interiores o ese reconocimiento de los detalles que te avienta la vida a tu rostro es lo que te hace vivir tu vida, pienso.

- Pensaba neciamente que lo que buscaba era una fórmula que me dijera “Vivir la vida es a + b”.

- No la hay. Piensa esto y medítalo o deséchalo porque hasta es incomodo pensar en ello. Así como día a día tú vives la vida, también lo hacen los asesinos, los secuestradores, los violadores, pederastas, ladrones, etcétera. La escoria también vive la vida, respiramos el mismo aire que ellos y seguramente cruzamos el camino con ellos ocasionalmente o frecuentemente, no lo sé.

- ¿Por qué viene al caso el tema?

- Sólo te digo que así como tú y otras personas viven la vida, esa parte de la humanidad también lo hace, yo no sé si con peso de conciencia o no pero están allí, todo el tiempo. El vivir la vida para ellos es muy diferente que vivir la vida para nosotros, incluso entre ellos mismos o entre nosotros mismos.

- Eso es un pensamiento pesimista que deprime un poco ¿No crees?

- No, es la realidad. Sin embargo, considero que la otra parte, nuestro bando si quieres llamarlo así, es mayoría de lo contrario la anarquía imperaría en todos lados y entonces lucharíamos por sobrevivir la vida pero no para vivirla. Y aún así, nuestro bando tiene varios “sub-bandos”. Por ejemplo, casos como tú que sobreviviste al cáncer, gente que no le gusta pensar en estas “fumadas” porque apenas viven el día a día, están las “gentes bien” cuyos pensamientos andan en otros derroteros, están aquellos que vivimos medianamente y que tenemos tiempo de echarnos estas quemadas de neuronas, aquellos que aunque no tengan enfermedades terminales tienen alguna dolencia con la que tienen que compartir la vida, personas que dedican su vida a ayudar a otros, etcétera. Los que viven su vida dedicados a que otros mejoren sus formas de vivir la propia siempre me maravillan, no entiendo qué los motiva yo soy muy egoísta en ese sentido y prefiero vivir mi vida, eso si, sin molestar a los demás o interfeririendo lo menos posible en la vida de terceros.

- Considero que con esa observación me estas dando la definición que buscaba.

- Si buscas una definición lamento decepcionarte, hoy por hoy encontrarás más de siete mil millones de ellas, algunas coinciden con otras, otras son tangenciales a otras más, algunas se oponen a otras, etcétera. Yo creo que vivir la vida es lo que tú mismo defines como tal.

- Tal vez tengas razón, pero por lo pronto me dejaste algo con lo que me entiendo y acepto.